Dacia Dokker

El estibador urbano

El nombre Dokker resulta de la contracción de la palabra inglesa Dockworker, que designa la función de estibador. La procedencia de una plataforma y carrocería que son la base de un monovolumen, unas conocidas incorporaciones de algunos modelos de Renault (Scénic y Mégane) y una política de precios que Dacia ya nos tiene acostumbrados para hacer de esta primera furgoneta una interesante propuesta de mercado. En torno a los 11.000 euros, que se repartirán en 3,3 metros cúbicos o 750 kilogramos.

En tres dimensiones

La base de un monovolumen (M0 de Lodgy) y elementos de Renault son algunos de los pilares del Dokker. En el mercado nacional, esta es la primera apuesta de Dacia por el segmento de mercancías ligeras, en un segmento que ha tenido una mayor demanda, sobre todo desde que los ‘dos ​​lugares’ fueron decapitados por la absurda fiscalidad nacional. En cuanto a compartimento de carga, estamos presentes de un modelo con 750 kg de carga útil y un volumen de 3,3 m³ con dos accesos. Uno en el lateral (1.406 x 703 mm) y el otro en la parte trasera, a través de dos medias puertas, que permiten el acceso a un compartimento de carga de 1.100 mm de altura. En cuanto a los anchos y al formato del compartimento de carga, entre los pasos de rueda, encontramos dos valores, condicionados por la existencia o no de protecciones para los pasos de rueda (1.170 o 1.130 mm). En cuanto a la longitud del compartimento de carga, registramos la cuota de 1.901 mm. Sin embargo, el separador fijo que deben usar estos vehículos condiciona la longitud del compartimiento de carga más allá del nivel que se encuentra en el piso.

Interiores elaborados

Teniendo en cuenta el precio del Dokker (10.850 € pvp) y los materiales utilizados, no nos dimos cuenta de que este Dacia se aleja mucho de otras propuestas en el segmento de mercancías ligeras. Por cierto, cuando analizamos el equipamiento de serie y la lista de opciones, damos fe de la modernidad de este modelo. En la unidad que condujimos encontramos el Pack Cool & Sound (770 €) compuesto por aire acondicionado manual + Dacia Plug & Radio: radio con CD / MP3, jack + USB, Bluetooth y mandos en el volante. Por 80 € puedes conseguir una alfombra en el maletero y, por el mismo importe, el Comfort Pack (80 €) te ofrece un volante regulable en altura + asiento del conductor regulable en altura.
Elementos como el control de estabilidad + control de tracción (320 €) y el acelerador automático con limitador de velocidad (140 €) también se incluyen en la lista de opciones, y en este punto, hay que destacar la competitividad de los valores en cuestión.

Al volante

Buena accesibilidad al interior -como suele ser el caso de las minivans- y mediante ajustes para quien conduce, es fácil encontrar una buena posición de conducción, desde la que se disfruta de una visibilidad satisfactoria hacia delante y hacia los lados. Sin embargo, en este último notamos los ángulos de visibilidad limitados en los espejos retrovisores. Un espejo de dos superficies o un segundo espejo, como tienen algunos competidores, estaría bien.
Al volante notamos una dirección imprecisa y de muy baja velocidad, e incluso en términos de precisión, nos hubiera gustado haber encontrado un selector de transmisión manual más eficiente.
En cuanto al motor, nos gustó la disponibilidad, tanto en cuanto a par y potencia, como al consumo de combustible. Como es habitual, la legislación no nos permite cargar un vehículo para evaluar el vehículo, por lo que nuestra opinión se basa en dos puntos: el conocimiento que tenemos del rendimiento de este 1.5 Dci de 90 CV en otras versiones, y de los consumos parciales .